¿Recuerdas eso de que me diste tu tuenti? Pues fue a los dos o tres días que te encontré y vi que salías con otra, que estábais demasiado juntos, que seguramente sería tu novia y que no podía hacer nada para impedirlo. Nada. También pude darme cuenta de que vives en la otra punta del país, que no te tengo aquí, que te echaría muchísimo de menos. Hicieron falta menos de dos minutos para que rompiese a llorar, para que pasase por uno de los peores momentos de mi vida: hacerme a la idea de que ya no estás, que te has ido, que te conocí y tendría que olvidarte, ley de vida, bueno, ley de mi vida. Ya decía yo que era todo demasiado bonito para ser real. Pero no sé, pasaron los días y aceptaste mi petición. Cada vez que me conectaba esperaba verte a ti y que pudiésemos hablar, quería saberlo todo sobre ti. A la semana (más o menos) recuerdo que empezamos a hablar, a cultivar confianzas, me contabas tus problemas y yo te decía lo que me preocupaba, comenzamos a ser amigos, muy amigos. Hasta que un día te despediste con un "tk" y vale, está bien, puede que sean dos letras, que ni si quiera fuese la palabra entera pero a partir de ese día, no sé, es como si te comportases de manera diferente. Ya no me saludabas con un "hola", lo cambiaste por un "guapa" y ya no te despedías con un "deuu", sino con un "tk" y cada vez que lo escribías mi corazón volvía a ponerse a mil por hora, tenías ese don sobre mí
No hay comentarios:
Publicar un comentario